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sábado, 2 de abril de 2011

El Corazón del Sapo - La imaginación contra el poder (1993)

El Corazón del Sapo es uno de mis grupos favoritos. Y ésto se debe, principalmente, a su cantante Fernando Sapo.

Para mí, Fernando es uno de los mejores letristas de nuestra música, pues nescribe unos textos muy poéticos y elaborados (inusual en un grupo de Hardcore), no lejos de temática política. Pero sobre todo, lo que me flipa de este señor es su voz.

Es la voz que más me llena de todos los grupos nacionales, con una fuerza y una calidad que hace que tiemble.

En este disco, el primero de "Los Sapos", encontraremos auténticos temazos como "Desnudo Rojo", probablemente la mejor letra del disco, una cancion rapidísima con un final tremendo; la grandísima "La noche de los cristales rotos"; este "Círculos de cera" que aquí os cuelgo, con un comienzo muy melódico en la que destaca enormemente la voz de Fernando, con una letra super currada que pone los pelos de punta.
Además, en La imaginación contra el poder también podremos disfrutar de himnos como son "Juan" y "El árbol", además de "Stop control", canción que luego versionarían Habeas Corpus.

En fin, El Corazón del Sapo ha sido (y es, aun no lo han superado) el mejor grupo de Hardcore del Estado sin ninguna duda. Están muy lejos del macarreo y voces de machotes en el que se ha comenzado a acomodar este estilo en nuestro país, en el que la baja calidad de las letras son cada vez más frecuentes. Ellos no, ellos llevaban el espíritu del hardcore sin renunciar a contar algo que realmente aporte, que evoque algún sentimiento.

Espero que lo disfrutéis, un saludo.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo...El Corazon del Sapo son ya de otra época cuando la invasión del macho-core no lo había invadido todo.
    El mejor grupo de todos los tiempos!

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  2. Pues sí, se les echa de menos en la escena creo yo. No me disgusta del todo el rollo Macho-core, pero sé que esos grupos no me llegarán a crear himnos para mi persona como si lo hicieron "Los Sapos". Lo que hacían estos tipos era distinto. No era pose, era auténtico.

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