Buscar en este blog

miércoles, 4 de mayo de 2011

Leño - Leño (1979)


En 1978, el maestro Rosendo Mercado, Ramiro Penas y Chiqui Mariscal decidieron dar al Estado español un poquito de lo que realmente necesitaba, un poquito de Rock de calidad.

Tras la marcha de Rosendo de los Ñu, en esta nueva etapa dejó apartado su lado Heavy para demostrar que lo que mejor sabía hacer era disfrutar haciendo Rock and Roll.



Así, con estos dos escuderos, formaron Leño, y al año siguiente, grabaron y editaron este primer disco llamaod como ellos, Leño. A medias de la grabación, Chiqui Mariscal abandonó la banda, siendo sustituido por Tony Urbano, que únicamente participó en este primer disco en la canción "El tren".

Pero hoy quería comentar acerca de este discazo, de obligación para los amantes de la música en general, y prácticamente una Biblia para los seguidores del Rock.
Un disco de 7 cortes, de riffs míticos, reconocibles y tarareados hasta la saciedad, canciones tocadas por todos los grupos de Rock, auténticos himnos cantados con la peculiar voz de Rosendo, sus letras de temática personal y social, y su guitarra inconfundible.


Todo ello conforma un disco sublime en todos los aspectos. Un comienzo con un tema larguísimo, "Castigo", en el que Rosendo disfruta, muchísimo. Al loro con el final más Hard Rock, más propio casi de Black Sabbath. Seguramente, una obra maestra.
Pero el nivel del disco no baja tras este temazo, sino que continúa con el siguiente corte, "El oportunista". Un tema veloz, para no parar de moverse y disfrutar, y que sirve de presentación de estos Leño, demostrando sus habilidades con sus instrumentos. Magistral.
A continuación nos llega la gran estrella del disco, "El tren". Un himno al LSD, utilizando la metáfora de un tren de color azul, en el que si controlas tu viaje serás feliz. Sin duda, el riff más famoso de la historia del Rock nacional, y una auténtica y singular obra maestra que absolutamente todo rockero ha intentado al menos, versionarla. Sin comentarios acerca de esta pieza, compuesta a medias por Rosendo Mercado y José Carlos Molina, en tiempos de Ñu. Gracias por componerla, por interpretarla de esta manera y por grabarla, para que aún podamos seguir disfrutándola.
Tras el viaje maravilloso sobre las vías, nos viene la otra gran estrella del disco (aunque, realmente sean 7 estrellas, cada uno de los temas que componen esta obra). Me refiero a "Este Madrid", el tema de temática más de barrio. Sin duda, otra de las guitarras más famosas del Rock nacional es intepretada en este tema.
Atención, en "La nana" nos llega un tema con un comienzo psicodélico, pero que acaba tornándose un temazo rockero hasta el fondo, para despertar y desarrollar toda tu actitud, en la intimidad o en compañía. Los pelos de punta, disfrutando con una nana.
Posteriormente, el sexto corte pertenece a mi favorita del disco (sí, tengo una favorita aunque sea casi imposible). Se trata de "Sodoma y chabola", una canción que comienza con otro de los riffs más clásicos y reconocibles ( y ya van...). Este temazo, con letra irónica y crítica, despliega toda la rabia de Rosendo a las voces. Sin palabras.
Y para cerrar, nunca mejor dicho, "Se acabó". Una guitarra española, unos arpegios encantadores, que te dan la despedida, para que se te ponga esa cara de felicidad al haber escuchado al completo una obra maestra, y que te dé ganas de volver a poner inmediatamente, para apreciar de nuevo más y más detalles. Y para dar las gracias, por un disco redondo, en sentido completo.


Muchas gracias Leño, por existir, por grabar, por tocar.

Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario